2. Herstory: Gloria Fuertes
Gloria Fuertes García nació en el seno de una familia humilde del madrileño barrio de Lavapiés,
el 28 de julio de 1917, era la hija más pequeña entre sus nueve hermanas, seis
de las cuales murieron a edades muy tempranas.
Cuando tenía 14 años asistió al Instituto de Educación Profesional de la
Mujer, donde se diplomó en Taquigrafía y Mecanografía, además de Higiene y
Puericultura, para poder trabajar y ayudar a su familia. También asistió a
clases de Gramática y Literatura, pues no podía dejar de lado su pasión, la
escritura.
Su voz ronca y su aspecto entrañable marcaron a una generación de niños
españoles entre los años 70 y 80, pues leía sus rimas infantiles y sus cuentos
en programas de Televisión Española como por ejemplo «Un globo, dos globos, tres globos».
A Gloria Fuertes le encantaban los niños y a los niños les encantaba Gloria
Fuertes, pero ella fue mucho más que eso. Aunque sus poemas para el público
adulto hayan pasado más desapercibidos, fue una de las poetas más importantes,
interesantes y polifacéticas de su generación.
Gloria Fuertes, pioneras del feminismo en nuestro país.
Reclamaba los derechos de las mujeres y quería dar voz a otras escritoras.
Debido a esto último, creó una tertulia literaria para mujeres «Versos con
falda» en los años 50. Su intención era que,
ante la escasa presencia de las mujeres en los recitales, las poetas contasen
con un lugar para dar a conocer su obra y compartir sus inquietudes literarias.
Gloria Fuertes se caracterizó por un lenguaje sencillo,
capaz de acercar la poesía a todo el mundo. Además de ser una talentosa
artista, reivindicó en múltiples ocasiones el derecho de las mujeres a recibir
una educación completa, a aprender a leer y a escribir, a dedicarse a ello si
les gustaba.
"Una mujer, para que se la reconozca como escritora, pintora,
investigadora o lo que sea, tiene que hacer veinte veces más que un hombre,
tiene que ser una fuera de serie. No hay apenas mujeres reconocidas en ninguna
profesión, pero el mundo está lleno de célebres hombres mediocres".
Vivió su sexualidad a su manera en una época donde no tuvo que tenerlo nada
fácil. “Fui al metro decidida a
matarme. Pero al ir a sacar el billete ligué, y en vez de tirarme al tren me
tiré a la taquillera”.
El gran amor de su vida fue la hispanista Phyllis Turnbull, con
ella viaja a Estados Unidos para ser profesora de español durante algunos años
en la Universidad de Pennsylvania. Era la primera vez que pisaba una facultad,
ya que nunca tuvo estudios superiores. Fue en este periodo de su vida, en
Estados Unidos, donde dio un recital de poesía junto a la famosa cantante y
también activista Joan Baez.
Más tarde, Gloria y su pareja regresaron a España y crearon una Biblioteca
Infantil ambulante, donde la poeta iba recorriendo en moto los pueblos cercanos
y repartiendo algunos libros (ser motera era otra de sus pasiones).
Guerra Civil y pacifismo
Además de ser feminista, Gloria Fuertes, habiendo vivido en sus carnes los
dolores de la Guerra Civil Española, era pacifista, oponiéndose a las
guerras de Vietnam o Camboya y a todo tipo de males o dolores
causados por el hombre.
Que no vuelva a haber otra guerra,
pero si la hubiera,
¡que todos los soldados
se declaren en huelga!
pero si la hubiera,
¡que todos los soldados
se declaren en huelga!
Gloria Fuertes no dejó de escribir hasta el día de su muerte, el 27 de noviembre de 1998 a causa de un cáncer de pulmón (en su epitafio se puede leer «Ya no toso»). Tenía 81 años y ya había dejado escrito en uno de sus poemas “Todos los míos han muerto hace años/ y yo estoy más sola que yo misma”; poema fuertemente autobiográfico, como todos los de Gloria, donde se proclamaba solitaria, religiosa, lesbiana, enamoradiza, soltera, feminista, fumadora empedernida, motera, pacifista y castiza.
Gloria
Fuertes nació en Madrid
a los
dos días de edad,
pues
fue muy laborioso el parto de mi madre
que
si se descuida muere por vivirme.
A los
tres años ya sabía leer
y a
los seis ya sabía mis labores.
Yo
era buena y delgada,
alta
y algo enferma.
A los
nueve años me pilló un carro
y a
los catorce me pilló la guerra;
A los
quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí
a regatear en las tiendas
y a
ir a los pueblos por zanahorias.
Por
entonces empecé con los amores,
-no
digo nombres-,
gracias
a eso, pude sobrellevar
mi
juventud de barrio.
Quise
ir a la guerra, para pararla,
pero
me detuvieron a mitad del camino.
Luego
me salió una oficina,
donde
trabajo como si fuera tonta,
-pero
Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo
por las noches
y voy
al campo mucho.
Todos
los míos han muerto hace años
y
estoy más sola que yo misma.
He
publicado versos en todos los calendarios,
escribo
en un periódico de niños,
y
quiero comprarme a plazos una flor natural
como
las que le dan a Pemán algunas veces.
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